Se trata del propietario de la Estancia Cabo Peña, que ahora tiene nuevas exigencias y demora las apertura de la ruta
Vialidad Provincial concluyó con los trabajos estipulados para la instalación del alambrado y el movimiento de suelo en la Ruta 7 que une la Margen Sur de Río Grande con la Ruta Nacional 3. Sin embargo, la habilitación se demora por nuevos pedidos por parte del propietario de la estancia Cabo Peña.A pesar de la finalización de los trabajos realizados por el Gobierno provincial en la Ruta 7 que une a la Margen Sur de Río Grande con la Ruta Nacional 3, trascendió que surgieron nuevos pedidos por parte del propietario de la Estancia Cabo Peña, por lo que nuevamente se demora la habilitación de este trazado.
A raíz de una expropiación conflictiva impulsada en 2017 por la exgobernadora Rosana Bertone, que disponía de 26 hectáreas para la construcción de esta nueva ruta, el voto mayoritario de la Legislatura en 2018 avaló ese proyecto que derivó en un largo reclamo judicial por parte del propietario de Estancia Cabo Peña.
Actualmente, los trabajos acordados entre el estanciero y el Gobierno contemplaron la instalación de un nuevo alambrado de 10.5 kilómetros de extensión, pero además la remoción del alambrado viejo cuya permanencia generó una disputa judicial con el propietario. Asimismo, se realizaron importantes trabajos de movimiento de suelo.
Para facilitar un nuevo acuerdo, el Gobierno aceptó el pedido del propietario de la estancia, que demandó que los postes a utilizar para el nuevo alambrado sean de quebracho y que fueron adquiridos y traídos desde la provincia de Misiones.
Sin embargo, pese a cumplir con lo acordado, el dueño del campo planteó nuevos requerimientos que vuelven a postergar la habilitación de esta ruta que permitirá a la Margen Sur contar con una salida alternativa a la Ruta 3.