Conductores y autoridades advierten sobre el estado crítico de las rutas nacionales en Tierra del Fuego. Falta de mantenimiento, baches profundos y señalización deficiente convierten los trayectos en una trampa mortal.
El deterioro de las rutas nacionales que atraviesan la provincia genera creciente preocupación. Desde el sector del transporte hasta automovilistas particulares coinciden en que el abandono es total: tramos con grietas, pozos y sin señalización hacen cada viaje un riesgo innecesario.
A pesar de los reiterados reclamos, el gobierno nacional no da respuestas concretas. En medio del invierno fueguino, las condiciones empeoran aún más por la nieve, el hielo y la falta de maquinaria adecuada.
“Cada kilómetro recorrido es una ruleta rusa”, advirtió un chofer que cubre el tramo Río Grande – Ushuaia. Mientras tanto, crecen los pedidos de obras urgentes y fondos específicos para evitar más accidentes.
Además del daño a los vehículos, se reportan demoras en los traslados sanitarios, interrupciones en el transporte de cargas y complicaciones para el turismo interno. Vialidad Nacional, en tanto, sigue sin presentar un plan de obras concreto para la región.
Desde los municipios fueguinos piden que se declare la emergencia vial y que se destinen recursos de forma urgente. “No podemos seguir esperando mientras las rutas se deshacen bajo nuestros pies”, señalaron desde una de las intendencias.
