Fue tras la difusión de un pedido de personal firmado por el legislador del MPF, Damián Löffler, para incorporar a su despacho a Bruno Pani, hijo del vocal de auditoría vitalicio del Tribunal de Cuentas de la Provincia.
Un nuevo escándalo sacude a la Legislatura fueguina tras la difusión de un pedido de personal firmado por el legislador del Movimiento Popular Fueguino (MPF), Damián Löffler, para incorporar a su despacho a Bruno Pani, hijo del vocal de auditoría vitalicio del Tribunal de Cuentas de la Provincia. Recordemos que es el Legislador que más asesores tiene de Tierra del fuego, seguido por Juan Carlos Pino, incluso «Loly» ees uno de los que más tiene del país.
La designación, bajo la figura de “comisión de servicios”, levanta sospechas de tráfico de influencias, ya que el organismo en el que trabaja el padre del contratado es el encargado de controlar el uso de los fondos públicos en la provincia.
El documento oficial, en el que se solicita la colaboración del agente Pani, deja en evidencia la cercanía entre el legislador y el Tribunal de Cuentas, lo que despierta dudas sobre la imparcialidad del órgano de control.
La maniobra no pasó desapercibida, ya que el uso discrecional de cargos públicos con vínculos familiares se ha convertido en una práctica recurrente dentro del ámbito legislativo. Sin embargo, en este caso, la relación directa con el organismo que audita las cuentas públicas hace aún más cuestionable la contratación.
Por ahora, ni Löffler ni el Tribunal de Cuentas han emitido declaraciones al respecto, pero el pedido de personal genera un nuevo manto de sospecha sobre el manejo de la Legislatura y la transparencia de los organismos de control en Tierra del Fuego.
Fuente: Info 3 Noticias