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Río Grande
7 septiembre, 2025

Casamiento arreglado, tiroteos, y secuestro de un arsenal de armas envuelven a la comunidad gitana

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Un conflicto familiar derivado de un matrimonio pactado entre una joven de 23 años y un adolescente desencadenó violentos enfrentamientos armados en la Margen Sur. La Policía secuestró pistolas, un fusil y municiones en varios allanamientos.

RÍO GRANDE.– La Margen Sur volvió a ser escenario de extrema violencia tras los tiroteos ocurridos el miércoles, que dejaron en evidencia un conflicto dentro de la comunidad gitana, originado en un casamiento arreglado entre un menor de 15 años y una mujer de 23.

El adolescente, que había sido demorado durante los incidentes, fue liberado por orden del juez de Instrucción Raúl Nadim Sahade, en el marco de una causa caratulada como “abuso de armas, amenazas y resistencia a la autoridad”.

El origen del conflicto

Según trascendió, la relación pactada terminó en un hecho de violencia de género: el menor habría agredido a su esposa, lo que motivó que la mujer abandonara la vivienda y buscara refugio en la casa de una tía. Allí se produjo el primer ataque armado, cuando desconocidos dispararon contra la vivienda desde un vehículo en movimiento.

Horas después, alrededor de las 20:00, se registró una segunda balacera en calle Los Sauces al 500, lo que derivó en la aprehensión de un hombre mayor de edad y la demora del adolescente.

Un arsenal en los allanamientos

A raíz de las investigaciones, el Juzgado de Instrucción Nº 2 ordenó allanamientos simultáneos en tres domicilios de la ciudad: El Esquilador 320, Los Inmigrantes 604 y Los Sauces 521.

El resultado fue impactante: la Policía secuestró una pistola calibre .22, una pistola calibre .45, un fusil calibre 7,65 mm, municiones y otros elementos relevantes para la causa. Los ocupantes de las viviendas fueron notificados de sus derechos y garantías procesales.

Amenazas y tensión en aumento

En paralelo, una joven denunció ante la Justicia haber sido amenazada por el padre del menor, quien le advirtió que “prendería fuego la casa”.

El caso sigue bajo investigación judicial y mantiene en alerta a los vecinos de la Margen Sur, preocupados por la escalada de violencia armada en un conflicto que combina disputas familiares, hechos de violencia de género y un inquietante arsenal de armas de fuego.

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